La
locura debe ser algo parecido a no saber dónde estás, ni qué pintas en un lugar,
o en una época –situación, esta última, bastante difícil de solucionar-. Y
claro, no es lo mismo estar clínicamente loca, o “diagnosticádamente” loca –si algo
tiene de bueno escribir tú misma las cosas, es que te puedes tomar las licencias lingüísticas que
te dé la gana-. Como decía, no es igual estar clínica o diagnosticádamente loca,
que sentirte loca tú misma bajo una apariencia de normalidad respecto al mundo
que te rodea.
Claro,
si te vas a la RAE –autoridad suprema en lo que al uso del lenguaje de
refiere-, la palabra “locura” tiene varias acepciones, y bastante dispares
entre sí, por cierto.
Primera:
“privación del juicio o del uso de la razón”. ¿Pero privación cómo? ¿Que te
arrebatan tu derecho al juicio y al uso de la razón? ¿O que se esfuma por sí
mismo?
Y
por otro lado, ¿la razón qué es? ¿Quién ha trazado la línea entre lo que se
supone un comportamiento cuerdo o razonable de otro que no lo es?
No
me convence nada esta primera acepción.
Segunda:
“acción inconsiderada o gran desacierto”. Más de lo mismo. ¿Qué tendrá que ver,
a mi modo de pensar, actuar con desacierto con estar loco? Las veces que me
tendrían que considerar a mí loca si nos basáramos en esta definición...-aunque
igual sí se me considera con semejante padecimiento y no lo sé, al fin y al
cabo, no creo que los locos tengamos mucha capacidad para percibir el modo en
que estamos siendo observados o definidos por los demás.
En
cualquier caso, esta definición tampoco me encaja.
Tercera:
“acción que, por su carácter anómalo, causa sorpresa”. ¡Esta sí que tiene
delito! Si lo entiendo bien, mi comportamiento causa sorpresa porque es “anómalo”
¿y ya estoy loca? ¿No es más fácil admitir que pueda tener una forma de actuar
y de ver las cosas que no coincide con la de la mayoría, sin más, sin necesidad
de que me etiqueten de loca por ello?
¡Fuera
la tercera definición!
Cuarta:
“exaltación del ánimo o de los ánimos, producida por algún afecto u otro
incentivo”. ¡Por aquí sí que no paso! ¿Qué significa “por algún afecto u otro
incentivo”? Vamos a ver, ¿Que me suben el sueldo, me pongo a bailar de alegría,
y ya estoy loca? ¿Qué me encuentro con una vieja amiga y lloro de emoción, o grito si quieres, y
loca…? Por poner dos ejemplos sencillos, sobre todo el primero perfectamente
posible –léase la ironía- que le pueda suceder a cualquier persona en cualquier momento.
Señores
de la RAE, vayan encargando a quien proceda la construcción de manicomios tan
grandes como ciudades, pues según sus distintas acepciones de lo que es “locura”,
muchos tendremos que trasladarnos a vivir allí.
Mientras
tanto, me reafirmo en mi particular definición de locura, sinónimo de
desubicación, incomprensión, impotencia, inconformismo, idealismo incluso…
Igual
después de esto me conceden el sillón “L” de locura en la Real Academia
Española.