Tengo que escribirlo, porque
decirlo no sé, porque el habla se me queda en la garganta, porque la mirada me
huye hacia el suelo y los gestos, traicioneros, dicen lo contrario de lo que
hay dentro…
Entonces tengo que escribirlo...sin nombres, sin pistas, sin que nadie sepa…
Porque si no lo escribo me ahogo…aunque
sea un contar y no contar, aunque sea yo la única que lo comprenda…
Y mientras tanto se siguen
sucediendo los días, y es posible que aquello extraordinario no llegue a pasar…
O quizá sea esto lo extraordinario…y
este instante sea único, y la vida se esté pasando mientras, creyendo vivirla, estoy
haciendo lo contrario…
Empiezo a sospechar que algo
estoy haciendo mal…