jueves, 4 de septiembre de 2014

De segundas oportunidades

No me había dado cuenta de que el invierno se había instalado en mi alma. Solía pensar que todo estaba perdido, y que la maldad se había apoderado de un mundo plagado de corazones herméticos…
No me había dado cuenta de que me había rendido…

Pero entonces llegaste tú, con tu alma maltratada y desechada, con tu pasado de tristeza, con tus días de soledad…
Sin necesidad de hablar me enseñaste de amor y de perdón…
De empezar de cero y de ausencia de rencor…

Jamás pensé que un corazón pudiera mantenerse puro a pesar del infierno…

En tus ojos castaños se disolvió mi desesperanza, en tu absoluta inocencia renació mi pasión por la vida…
En tu ilusión, en tu alegría, en tu tranquilo dormitar…en tu divertido juego, en tu sueño confiado, en tu calmada respiración…

En la limpieza de tu mirada hallé la fuerza que hacía tiempo que buscaba…