sábado, 31 de agosto de 2013

¿Qué está pasando?

Y de repente, un día, pierdes hasta el apetito, y te pasas el tiempo soñando despierta, y no puedes concentrarte en nada, y vuelves a escuchar música romántica, y crees que todas las canciones hablan de ti, y miras el teléfono cada segundo, y oyes pajarillos, y ves arcoíris, y no puedes dejar de sonreír como una idiota, y caminas sin pisar el suelo, y buscas entre la gente, y dibujas corazones, y te miras al espejo, y te vuelves a mirar, y te cambias de ropa, y te peinas diez veces antes de salir, y te encanta todo el mundo, y tarareas sin parar, y te sientes tan afortunada que hasta te parece injusto, y te preguntas dónde estará, y tartamudeas, y sales corriendo si lo ves entrar, y se te llena el estómago de mariposas, y de nuevo tienes quince años, y escribes poesías que riman con su nombre, y pintas su sonrisa, y te duermes en su voz…

Adiós, verano

La mirada se me cubre de otoño mientras las primeras lluvias descargan torrentes de melancolía sobre los tejados…
Algunas gotas han permanecido en el cristal más allá de la tormenta…y el sol, liberado de su cárcel de nubes, las torna, mientras las consume, en efímeros diamantes…
Los sueños de verano se me ahogan en el fondo de los charcos…y sé que pronto las hojas secas cubrirán el rastro de tus pasos…
Sin que haya tenido tiempo de encontrarlo…
Y el frío cerrará ventanas…
Y el cielo perderá su brillo…
Y el viento silbará en las noches…

Y de nuevo seremos siluetas indistinguibles bajo un mar de paraguas multicolores…

viernes, 23 de agosto de 2013

Un instante de miedo

Me siento intranquila…como con una especie de desasosiego que no comprendo…
Como si hubiera despertado tras un oscuro sueño…
Pienso también en ayer, y recorro mentalmente cada minuto del día para descubrir qué pudo suceder que provocara este miedo. Todo parece estar bien…sin embargo algo fundamental está fallando…
Intento forzar una sonrisa…pero no consigo ir más allá de un leve movimiento…
Intento conversar para desviar la mente hacia pensamientos banales, a ver si así logro sacudir el funesto estado de ánimo que se ha pegado a mi piel…
Pero no puedo…
Hasta que guardo silencio y empiezo a escribir…
Y de nuevo todo es fácil…
Vuelvo a ser un río deslizándose por la montaña…plena de oxígeno…despreocupada de mi propia existencia…
Cada vez más ligera…
Vuelvo a sentir una curiosidad infantil por la vida…
Vuelvo a pronunciar palabras de colores…

Todo lo gris se esfuma como frágil humo y vuelvo a confiar…

Mantener el rumbo

A mis espaldas, bastantes años de experiencias que deberían haberme enseñado algo…
El dolor de las viejas heridas sigue siendo dolor, pero no ha mudado en amargura que me devore como carcoma…
Por supuesto tengo memoria, y recuerdo que muchas veces perdí, pero igual que perdí solté; solté lastres que pretendían mantenerme anclada al suelo, allí donde el oxígeno es escaso.
El precio que pago por ser dueña de mis pasos es alto a veces, y a menudo los dientes duelen de apretarlos tanto; y lloro abrazada a mi almohada bordada de sueños, y cierro los ojos hasta que cesa la lluvia, y vuelvo a equivocarme, y a arrepentirme, y a enfadarme conmigo, y a desaprovechar, y a verte desaparecer; y como creo que no volverás, pataleo…
Pero no suelto el timón, no arrastro cadenas, no cargo mochilas en la espalda…
…correr el riesgo de perder, y a veces hacerlo, sí.
…perderme yo por conservar aquello que me daña, no.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Estar

Sentarme en la terraza de un café, a solas, para bañarme de indiferencia y preguntarme qué hago aquí.
Ser por un tiempo invisible, sabiendo que pocos de cuantos me rodean, o quizá nadie, son conscientes de mí.
Sin embargo estoy, formando parte silenciosa de este instante; aunque prácticamente ausente, como siempre.
Decidiendo cuándo levantarme. Ensayando mentalmente la sonrisa con la que saludaré al marcharme.
Preguntándome si volveré.
Nada es sencillo en mí. Estudio minuciosamente cada alternativa. Me pregunto repetidamente si debí venir. Qué sería diferente ahora si no estuviera aquí. Y dónde podría estar si no.
Quizá algún día consiga sentarme en la terraza de un café, a solas.

Sentarme y nada más.

No hay

No hay mentiras en quien desea alcanzar la verdad.
No hay verdadero daño si no hay verdadera intención de dañar.
No hay buenos ni malos recuerdos. Sólo recuerdos.
¡Palabrería! Indigesta verborrea que perturba a la mente que se resiste a dejar de pensar. Somnífero aletargante de molestas conciencias.
Vida, vivida paso a paso. Aprendiendo, olvidando lo aprendido y volviéndolo a aprender, de vez en cuando.
Sólo almas expulsadas a este mundo.
Sólo un día tras otro.
¿Quien llamó error al error jamás lo cometió?
¿Quién decidió lo que debe doler?
¿Quién caminó delante trazando la senda?
¿Quién despierta pensando: “hoy lo haré mal”? Hoy defraudaré a quienes en mí confían. Hoy provocaré lágrimas, sólo por el placer de observar cómo se deslizan por el rostro de la persona herida. Hoy traicionaré mis principios.  
¿Acaso quien aplasta con dedo acusador jamás se equivocó?

En la difícil tarea de vivir, sólo pretender vivir. Y a veces, incluso, sentirse vivo.

viernes, 9 de agosto de 2013

Un poco de algo íntimo

Manos erizando la piel a su paso…dejando su huella en cada centímetro explorado…y recreándose sin prisa en cada curva…
Ojos cerrados…sintiendo…
Sonrisas en la penumbra…
Pálpitos golpeando a merced del apremiante deseo…
Insaciable sed del cuerpo que penetra en el cuerpo que lo envuelve con ansia…
Deliciosa intimidad entre sábanas que guardarán el secreto…
Ausencia necesaria de palabras en la dulce humedad del clímax…

Explosión…y tras ella, el silencio envolviendo a los cuerpos rendidos al sueño…

Ser

Ahora mismo, si pudiera, ser quebradiza hoja de otoño…
O poderosa ola de mar cantábrico...
Ser el sueño de un poeta, aguardando a que su pluma me haga verso…
Ser el color azul del arcoíris…
Ser acorde de guitarra…
Ser la puerta abierta de cada claustrofóbica jaula…
Ser el hacha que rompe, con golpe seco y certero, cada cadena…
Ser la juventud…
Ser el brillo en la mirada enamorada…
Ser cada palabra que no me atreví a decir…
¡Cuántas formas de existir!

Y en mí, ¡cuánta locura!... que me hace creer que puedo despertar y ser la mismísima luna…

miércoles, 7 de agosto de 2013

Con tal de que vengas

¿Estás ahí?
¿Entrarás por mi ventana cualquier noche de estas? 
Estoy dispuesta a volver a creer en alfombras voladoras, con tal de que vengas.
¿Llegarás como un alud e invadirás mi espacio? 
Porque derribaré todas mis fronteras, con tal de que vengas.
¿Te reirás con mis chistes malos? ¿Te divertirán mis rarezas? ¿Me abrazarás, a ratos?
Te advierto de que habrá momentos en que te expulsaré de mi lado, pero al cabo de un instante volveré a quererte. No te alejes de mí cuando parezca odiarte.
A cambio te prometo incertidumbre y miedo.
Te prometo duda. Te prometo magia. Te prometo frío. 
¿Estás ahí…? ¿O estoy hablándole al vacío…?

Estoy en alguna parte

Sé que estoy ahí, entre la maleza y la bruma del amanecer. Sé que este silencio no es mi presencia.
Llevo años buscándome, y sé que en ocasiones he estado a un paso de descubrir mi escondite. A veces, incluso, he sentido mi propio aliento, tan cerca que ha llegado a mí todavía cálido. Pero cuando extiendo mis manos para atraparme me desvanezco entre mis propios dedos, y aunque cierro mis puños con fuerza, apenas consigo retener un vago resto de mi esencia.
Sin embargo, no pierdo la esperanza ni me dejo vencer por el desánimo, pues sé que estoy muy cerca de encontrarme. Tal es así que en alguna tranquila tarde de verano juraría que he escuchado el eco de una risa que me ha parecido mía, y he descubierto huellas en el camino en las que he reconocido claramente la forma de mis pies desnudos.
Seguiré buscando sin descanso, cada día de mi vida, hasta que logre dar conmigo. Pues sé que estoy ahí, en algún sitio.


domingo, 4 de agosto de 2013

Abismo

Cuando se ha tenido el corazón hecho pedazos. No roto, o dañado. Hecho añicos. 
Cuando la locura te ha mirado cara a cara, tan cerca de ti que su aliento te ha alcanzado, y lejos de temerla la has deseado como se desea al amante nuevo.
Cuando el dolor ha sido tan profundo que te ha vencido. Cuando todo, hasta la vida, pierde sentido. 
Cuando ha llegado a no importante nada.
Cuando lo único que podía curarte era imposible.
Cuando parecía no haber motivos...
Cuando se ha estado tan cansada…
Al amanecer de esa noche tan larga una se pregunta…

Porque es lo único que cabe preguntarse…